CAPÍTULO 8:
7.30 am, suena el despertador.
Me levanté y miré mi cuarto. Todo estaba como siempre.
Me hizo grácia, parecía como si hubiera despertado de un largo y hermoso sueño. Al fin y al cabo, por mucho que me doliera, mi rutina debía seguir. Tenía que ir a trabajar para poder pagar la comida y el piso, no podía dejar de hacer mi vida solo por estar enamorada, sería una locura.
Almorcé lo más rápidamente posible y me preparé para salir. El hombre de negro seguía estando delante de mi puerta y me quedé sorprendida, “¿ha pasado toda la noche aquí? Que valor!” pensé. Le saludécon amabilidad y me fuí a trabajar.
Llegué a mi oficina y todo parecía tan normal, tan familiar…Me costaba pensar que en los últimos días había vivido una vida tan diferente a esa. Era como si lo vivido en las últimas horas estubiera a años luz de la realidad…
Pasó el día y por fín acabé de trabajar. Estaba realmente agotada, solo quería llegar a casa y descansar. Durante el trayecto del trabajo a mi casa recordé todo lo que había pasado en solo 3 días y no pude evitar sonreir.
Llegué a mi casa y volví a saludar al hombre de negro que seguía enfrente de mi casa, aunque parecía que era otro hombre. Intenté abrir la puerta y me dí cuenta de que ya estaba abierta. La abrí poco a poco y entré. Una nube de olor a comida estaba volando por toda la casa. Entré y ví la mesa llena de comida recién hecha.
- ¿Pero qué mier…?
- Bienvenida a casa!- Gritó alguien desde la cocina- He preparado la cena, espero que no te moleste-.
Reconocía esa voz, aunque no era la que a mí me hubiera gustado oír.
-…Akanishi Jin?- Pregunte un poco asustada-.
Se oyó una risa y él salió de la cocina. Iba con un delantal de color negro y tenía en la mano una cuchara de madera. Apoyó su brazo en la pared sujetando su cabeza con la mano, estaba realmente atractivo.
- Aprendí a hacer estos platos en Los Angeles, espero que te gusten.
Me guiñó el ojo y yo me incomodé. Se sentó delante de la mesa e hizo un gesto con la mano para que me sentara. Me senté y prové la comida. Estaba deliciosa.
- ¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo sabes donde vivo?- Pregunté realmente confundida-.
- No ha sido difícil encontrar tu piso. Johnny’s Entertainment guarda todos los datos de las personas que han trabajado alguna vez con la agéncia.
- Pero… ¿Qué es lo que quieres de mí?
- ¿Bueno…creo que es obvio no? – Puso la mano delante de su boca y entrecerró los ojos- Te quiero a tí.
Mis ojos se salieron de sus órbitas. No podía creer lo que acababa de oír. El día anterior decidí darle una oportunidad pero en ese mismo instante comprobé que esa oportunidad era errónea, que ese chico realmente era un cerdo en celo.
- Jajajaja! Era broma mujer! Solo quería hablar un rato contigo y enseñarte un par de cosas.
- ¿Un par de cosas?...-Dije realmente asustada, aunque por lo menos un poco más relajada que antes -.
- Tú tranquila, acaba de cenar y luego ya verás la sorpresa que tengo preparada para tí, estoy seguro de que te va a gustar…
CAPÍTULO 9:
Terminamos de cenar y él se levantó a recoger todo lo que estaba encima de la mesa.
- Akanishi no es necesário, ya lo hago yo.
- Tranquila, quiero que te relajes y que vayas a tu habitación y te pongas cómoda. Todo lo demás dejamelo a mí. Ah, por cierto, llámame Jin.
Un terrible escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Ese hombre no estaba pensando en algo bueno, estaba segura. A pesar de todo le hice caso y me fuí a mi habitación. Oí como él recogía su mochila del suelo y rebuscaba dentro de ella. Finalmente el sonido cesó. “Lo encontré!” dijo animado.
Se dirigió hacia mi habitación y me miró. Tenía los brazos detrás de su espalda.
- ¿Qué es lo que escondes?- Pregunté con curiosidad-.
- Shh, cierra los ojos y espera a que yo te diga algo para abrirlos.
Desconfiaba de él, pero, en el fondo, me lo estaba pasando bien. Oí varios ruidos y, finalmente, él me dijo que abriera los ojos. Pude ver que había encendido el televisor y que había puesto un vídeo. Se sentó a mi lado, encima de la cama y pulsó el “play” del mando a distáncia.
- Quiero que te fijes bien en todo lo que veas.- Dijo susurrandome al oído-.
Tragué saliva y fijé los ojos en el televisor. Al principio me quedé realmente sorprendida, luego mis ojos empezaron a producir lágrimas. Jin se rió y pasó su brazo alrededor de mis hombros.
- No llores tonta, solo míralo y disfruta- Me susurró acompañado de un beso en mi mejilla-.
Lo que estábamos viendo realmente me hizo mucha ilusión. Era el PV que grabámos la primera vez que los conocí a todos, esceptuando a Kamenashi. Cuando terminó el PV apagó el televisor y me preguntó:
- ¿Qué te parece? ¿Salimos guapos he? Jajaja
- Es…es lo mas bello que he visto en mi vida…- Dije entre sollozos-.
Noté como su corazón se aceleraba. Su mirada estaba clavada en mí y yo tenía miedo de girarme y mirarlo. Sin apenas dejarme reaccionar, me estiró lenta y cuidadosamente encima de la cama. Posó su cuerpo encima del mío y me agarró las muñecas fuertemente con sus manos, una a cada lado de mi cabeza.
Se quedó mirando fijamente mis ojos. Bajó su cabeza y me lavó las lágrimas con un beso. Mi corazón estaba a mil por hora y mi cuerpo empezó a subir de temperatura. Podía oler su aliento, dulce y caliente. Su respiración se aceleró. Pasó un brazo por detrás de mi cuerpo y empezó a desabrocharme el camisón blanco que tapaba mi cuerpo. Fué bajando su brazo hasta llegar a un lugar prohibido y empezó a producir lentos pero fuertes movimientos con la mano. Yo empezaba a no poder reprimir mis pequeños gemidos.
Un mar de sentimientos empezaron a pasar por todo mi cuerpo: pasión, deseo, placer…culpabilidad, tristeza….Kamenashi Kazuya….
De repente volvió a bajar la cabeza y…
- BASTA! – Grité- Sal de aquí!
Le dí un golpe donde a los hombres más les duele y lo pude sacar de encima de mí. Jin se quejaba de dolor y yo intentaba centrarme un poco.
Él empezó a reír a carcajadas y finalmente dijo:
- Creo que es la hora de irme, ya continuaremos otro día- Dijo son una sonrisa entre de victoria y de dolor-.
- No creo que haya otro día- Dije con la mirada llena de odio e intantando tapar mi cuerpo -.
Se agachó y me dio otro beso en la mejilla al que yó contesté con una bofetada. Él sonrió y finalmente se fué.
No podía creer lo que había pasado esa noche. ¿Qué es lo que me estaba pasando? Yo amaba a Kame pero…pero este hombre…Jin había conseguido activar todos mis deseos y sentidos y estube a punto de caer en su trampa. Dentro de mí había odio, pero por otra parte había un sentimiento muy extraño, no, no lo odiaba, realmente no sabía que era lo que yo sentía y lo que yo quería.
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