sábado, 28 de febrero de 2009

El mar también tiene fin. Cap. 22+23

CAPÍTULO 22:

Al acabar el concierto Kobayashi vino a buscarme para llevarme a los camerinos.

Felicité a todo el mundo por el gran trabajo que habían hecho y me dirigí hacia Kame. Él me estaba esperandome con una gran sonrisa y con los brazos abiertos. Le abofeteé.

- ¿Pero qué…?- Preguntó realmente sorprendido-.

- Ni se te ocurra volver a hacerme algo asi. Casi muero de deshidratación por tu culpa al llorar tanto!- Le corté-.

Él sonrió y me abrazó tan fuerte que casi me ahoga. Me dijo que al acabar de vestirse y ducharse tenían que volver a la agéncia para firmar unos papeles pero que luego quería ir a cenar conmigo. Yo acepté emocionada.

Kobayashi me acompañó y me llevó fuera del pavellón. Me metió en un coche y me llevó a casa. “Supongo que querrás ducharte tu también” dijo con una gran sonrisa. Asentí.

Al llegar a casa me duché y esperé a que Kamenashi me llamara. Tardaba mucho en llamar pero el señor Kobayashi me dijo que era normal, que normalmente se tardaba bastante en acabar un concierto.

Pasaron 3 horas y ya empecé a ponerme histérica. Kobayashi intentaba calmarme pero yo no podía.

Un cuarto de hora más tarde el busca de Kobayashi sonó. Él se levantó y respondió. Pude ver como su cara cambiaba rotundamente. “Ahora mismo voy hacia allí” dijo totalmente serio.

- ¿Qué ha pasado?- Yo estaba realmente asustada-.

- Lil ha habido un pequeño problema…

- ¿Qué? Por dios Kobayashi dime qué ha pasado! –Dije totalmente desesperada-.

- El autobús de KAT-TUN ha tenido un accidente. Ya hay 3 muertos…estan intentando sacar a la gente de dentro pero les esta costando bastante…

Yo me quedé inmóbil, mi cuerpo no respondía y estaba a punto de darme un ataque de ansiedad. Un montón de imágenes pasaron por mí mente, todas ellas de Kame, de su sonrisa, de sus ojos, de sus labios…Kamenashi en estos momentos…quizás estaba muerto…no, NO! No podía pensar en eso ahora, no por dios!

Fui a mi mesilla de noche y cogí nuestro anillo. Pasé una cadena por el agujero del anillo y me lo colgué.

- Por favor, déjame ir contigo- Dije llorando-.

- No creo que sea la mejor idea…

- POR FAVOR!

Finalmente él aceptó. Fuímos directamente al hospital.

Una vz en el hospital dos hombres de negro se acercaron y nos dijeron que todos los miembros de KAT-TUN habían sido rescatados pero que algunos seguían en coma.

Por una parte me tranquilicé un poco pero por otra parte no pude reprimir mis lágrimas y empecé a llorar.

Visité habitación por habitación y pude comprobar quiénes estaban despiertos y quienes no. Ueda, Taguchi y Nakamaru estaban intactos. Koki, Jin y…Kame, aún estaban en coma.

Hablé con uno de los médicos y me comentó que todos estaban fuera de pelígro pero que era posible que estubieran en coma durante bastante tiempo.

Yo respiré más tranquila y me fuí a la habitación de Kamenashi.

Lo abracé y lloré.

El desntino nunca quiso que fuéramos a cenar juntos.

CAPÍTULO 23:

Ya ha pasado un año desde que el accidente sucedió.

Todo ha cambiado tanto…

Johnny Kitagawa (el director de la agéncia) despidió a todos los miembros de KAT-TUN. Estubieron demasiado tiempo en el hospital y el director hizo debutar a otro grupo que eran como sus sucesores. Al poco tiempro el director murió y la hermana se puso a cargo de la empresa. Con ella la empresa cambió muchísimo. A los menores (Juniors) se les rebajaron las horas de trabajo y estaban obligados a por lo menos pasar la prueva de acceso a la Universidad. La hermana de Kitagawa preguntó chico por chico si querían seguir en la empresa, a lo que algunos dijeron que no. Los chicos que quisieron irse de la empresa se les dió la oportunidad de intentar entrar en la Universidad y de llevar una vida completamente normal, como la que ellos siempre habían querido.

A la gente no le costó demasiado olvidarse de esos 6 chicos que durante muchos años estubieron en el punto más alto de la fama. La gente seguía la moda y en cuanto otro grupo tomó el control del mercado KAT-TUN pasó a la história.

Cuando salieron del hospital cada miembro del grupo tomó su própio camino.

Ueda Tatsuya llegó a cumplir su sueño. Ahora es uno de los Boxeadores más grandes de la história de Japón. Algunas veces me envía entradas para ir a verle y yo voy encantada. Él me enseñó el significado de la vida. Era un chico de una família muy rica, pero nunca dejó que el dinero le cegara. Siempre mantubo sus sueños por delante de todo y al final consiguió lo que realmente quería, ser un buen Boxeador.

Nakamaru Yuichi creó una escuela de Beat-Box. En estos momentos es la escuela más famosa de todo el mundo. Con más de 150 profesores la gente esta loca por apuntarse y las colas para guardar una plaza són inmensas.

Taguchi Junnosuke escribió 3 libros. Uno dirigido al público infantil que constaba de un montón de chistes. Los otros dos trataban sobre la Johnny’s Entertainment, sobre su vida como trabajador de esa agéncia. Realmente él es un gran escritor. Algunas veces quedamos para ir a tomar un té.

Tanaka Koki...seguimos siendo tan amigos como tiempo atrás. Creó una marca de ropa y trabajó con los raperos más famosos del mundo. Ahora es un hombre felíz con una família felíz. Sabía que él llegaría lejos y lo ha hecho. Estoy realmente orgullosa de él. Casi cada día quedamos para ir a dar un paseo y para hablar de nuestras vidas. Estar con él me hace sentir bien, me hace volver al pasado…

Akanishi Jin…el hombre que hízo dudar a mis sentimientos. Él se fué del país, volvió a Los Ángeles. Se hizo profesor, primero de japonés y luego de niños de primária. A él le encantan los niños pequeños. Por fuera puede parecer un hombre fuerte pero por dentro es todo un sensiblón y un poco infantil. Cada mes me hace una llamada para ver como estamos y algunos fines de semana viene a Japón para hacernos una visita a todos.

Finalmente…Kamenashi Kazuya. Él…aún no ha despertado de su largo sueño. Ha pasado ya un año pero él es el único que aún no ha salido del coma. Muchas veces me he preguntado por qué él ha tenido que ser el único, pero otras veces lo agradezco, ya que esto nos ha unído aún más a los dos.

Tube que asistir sola a la boda de Koizumi, y me tiró el ramo a mí. Ella viene cada tarde al hospital para visitarme y apoyarme en todo. Admiro mucho a esta mujer, creo que alguna vez ya lo he dicho pero esque…realmente es una mujer increíble.

Kobayashi viene casi cada día para ver si necesito algo. También admiro a este hombre, ya es como si formara parte de mí família.

Ya no sé que hacer para agradecer a todo el mundo todo lo que estan haciendo por mí, todo lo que estan haciendo por nosotros…De verdad, Gracias.

Cada día me levanto y cojo dos botellas pequeñas vacías. Voy en moto hasta un lugar que nos tiene unídos a Kamenashi y a mí, la playa. Me dirijo hasta el mar y lleno una botella con agua de esa playa. Luego me dirijo a mi rincón favorito de Tokyo y, con la otra botella, repito la misma acción con el agua de ese mar. Al acabar voy al hospital y agarro un pequeño bol que dejé hace tiempo en la mesilla de noche de la habitación de Kamenashi. Voy al baño y abro las dos botellas. Dejo caer el agua de nuestros dos sitios favoritos y las dos aguas se mezclan dentro del bol. Vuelvo a la habitación y dejo el bol lleno en la mesilla de noche. Esta pequeña tontada tiene un gran significado para mí…y para los dos.

Me siento al lado de su cama y beso sus labios, sé que él nota.

Siempre llevo conmigo un pequeño diario donde todo lo que hemos vivido esta escrito de mi própia mano. Cada día le leo nuestra história, nuestra vida. No puedo dejar que los recuerdos pasen de largo y desaparezcan, no quiero que mueran, lo último que puedo perder es la esperanza.

Me cuesta mucho verle en este estado, pero no por eso voy a abandonarle. Me tendrá siempre aquí, uniéndo nuestras almas en un bol, contándole nuestro pasado, abrazándole, mirándole… Nunca me voy a ir, nunca, aunque me convierta en una vieja y no tenga hijos…siempre estaré a su lado. A cambio solo pido que él no me abandone y que, algún día, logre abrir esos preciosos ojos que en su día me enamoraron.

Hoy es 8 de marzo. Hace dos años que por primera vez nos cruzámos en Harajuku y, desde entonces, nuestras vídas siempre han estado unídas.

Gracias por aparecer en mi vida Kamenashi Kazuya, te quiero y nunca lo voy a dejar de hacer. Ahora…creo que debo acabar de escribir este diario.

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